El ejercicio intenso lleva implícito un mayor riesgo de enfermar. Es bien conocido que al realizar un deporte, por inocente que parezca, estamos comprando posibilidades de desarrollar lesiones musculares o tendinosas, de sufrir fracturas, padecer descompensaciones diabéticas, crisis asmáticas, o eventos cardiovasculares; y dejando a un lado los efectos de la toma de estimulantes y otras drogas, llevar el cuerpo al límite es claramente perjudicial.
Son menos conocidos aquellos efectos del deporte sobre el aparato digestivo. Se ha comentado poco sobre
el reflujo gastroesofágico que padecen aquellos que práctican el ciclismo de larga distancia, o la anemia de los corredores de fondo. Hay deportistas que sangran con los esfuerzos que realizan y
otros que desarrollan anemias crónicas por los microtraumatismos que sufren durante las carreras.
El deporte realizado con regularidad y mesura tiene mas ventanas que inconvenientes sobre la màquina
digestiva, eso està claro. Incrementa el metabolismo acortando la digestión gástrica, evitando la sensación de pesadez; ayuda a controlar la hiperglucemia y el sobrepeso; aumenta la motilidad
intestinal lo cual mejora el tránsito y previene el estreñimiento así como la diverticulosis; hace decrecer el estrés y los malestares digestivos asociados a éste; ayuda a controlar el apetito,
evitando comidas copiosas, y desarrolla la musculatura en la zona media del cuerpo, lo cual ayuda a la defecación y contribuye a mantener los órganos internos en su
lugar.
Y por el contrario, como decíamos, el ejercicio muy intenso es una fuente de problemas, que desgloso
aqui en tres apartados: problemas del tramo digestivo superior; diarreas y espasmos intestinales; y anémias. El deportista de resistencia puede presentar reflujo gastroesofágico durante el ejercicio
y nos comentan en la consulta que sufren dificultad para tragar, ardor o incluso dolor toràcico, en cuyo caso habremos de descartar un problema cardiaco antes de comenzar el estudio digestivo. En
estos casos de acidez puede ser suficiente ayunar antes del ejercicio, evitar el tabaco, la toma de chocolate y de alimentos grasos; y en algunos casos añadir un anti-H2 tipo ranitidina antes del
mismo.
Los espasmos abdominales y la diarrea son síntomas frecuentes en ciclismo de fondo y durante una
carrera de maratón y no por aumento del trànsito intestinal sino por el efecto del ejercicio extenuante sobre la función del colon distal y el recto. En otras ocasiones la causa de la diarrea es la
ingesta abundante de bebidas y alimentos ricos en azùcares, por un efecto osmótico al superarse la capacidad del intestino para absorberlas. Es por tanto recomendable tomar bebidas isotónicas
separadas de los alimentos energéticos o tomar alimentos o frutas que liberen su contenido azucarado de forma gradual.
La anemia es otra situación frecuente en estos deportistas. Se ha observado que después de una carrera
de maratón, el 85% de los corredores presentan una prueba de sangre oculta en heces positiva y que la incidencia de sangrado rectal oscila entre 1% y 2% de ellos. En muchos de estos casos no
encontraremos el origen del sangrado aunque en todos es preceptivo realizar un estudio especializado del tubo digestivo en el que la lesión màs frecuente será la presencia de una gastritis
hemorràgica que se resolverá por completo en unos dias.
Es menos frecuente la colitis isquémica grave, consecuencia de un infarto del colon por la falta de
oxígeno y de aporte sanguineo durante el ejercicio prolongado en este territorio, y aunque grave, suele tener buen pronóstico y curación sin secuelas. Digamos que es un "aviso a
navegantes"
En estos "deportistas sangrantes" hemos de considerar la toma de antiinflamatorios y la edad, realizar
como decíamos un estudio completo, y solo si es negativo, atribuir el sangrado a el ejercicio. En menores de 40 años pensaremos en lesiones gàstricas y en mayores de 40 años comenzaremos el estudio
por el colon.
Es excepcional la anemia por rotura continuada de hematies motivada por los microtraumatismos al pasar
por los capilares de la planta de los piés; y hemos finalmente considerar falsas anemias por dilución del número de hematies al expandirse el volumen plasmàtico por el ejercicio a te ejercicio
aerobico continuado.
Y es que cada edad tiene una resistencia; cada persona un deporte apropiado; cada deporte una técnica
para practicarlo; y unos límites para llevarlo a la pràctica minimizando inconvenientes.
Carlos M de Sola Earle