Aqui os resumo la conferencia sobre dieta en pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII):
La presidenta
de la asociación de pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas intestinales me llama hace unos días
por teléfono para invitarme a dar una conferencia con motivo de la reunión anual que acostumbra a realizar este colectivo. Me insta a decidir sobre el tema y yo, que ando por costumbre muy ocupado,
me planteo de manera espontánea hablar de lo que en ese momento me preocupa, "cómo explicar a los pacientes lo que los médicos pensamos respecto a que deben comer y en que momento"...
Y es que en los últimos años, el temita de la alimentación ha invadido el día a día de las consultas de los digestólogos. Nosotros que éramos unos ingenieros del aparato digestivo, simples técnicos,
una mezcla entre químicos y fontaneros, a los que cuando un paciente nos preguntaba si podia comer macarrones le contestábamos con un rápido "si/no", y si nos hacían una segunda pregunta tipo, ¿y
patatas fritas?, directamente nos hacíamos el sueco.
Ahora hay días que nuestro asiento de la consulta se convierte en un "confesionario" donde nos cuentan pecados gastronómicos del tipo: "doctor, estoy haciendo la dieta alcalina, y mi marido no lo
sabe"; "me despierto cada mañana pensando en la papaya roja, desde que la conocí, no he vuelto a fijarme en ninguna otra fruta"; "...desde hace seis meses mi hija ha quitado el gluten a sus hijos, y
yo a escondidas le doy donuts a mis nietos cuando vienen a verme"...
Tengo que reconocer que yo siempre fui elegante, contestaba a la segunda con interés y, eso si, cuando me formulaban la tercera pregunta, amablemente les venia diciendo a mis pacientes: no se
preocupe, que ahora pasa a la consulta de al lado y nuestra nutricionista le va a explicar todo lo que puede o no comer.
Desde hace muchos años tengo en mi equipo diplomados o licenciados en nutrición, actualmente tres personas, con las que hemos ido fusionando información para hacernos entender mejor ante los
pacientes y solucionar esa compleja tarea de alimentarse a diario, tan difícil en condiciones normales, y mucho más en casos de intestinos, cólones o estómagos que pueden estar inflamados, deformados
por la enfermedad o cirugía, o sencillamente ausentes.
Algún amo o ama de casa de los internautas aquí presentes nos confesaría el pesar que le causa la típica pregunta de cada día: "¿qué vas a hacer de comer?". Y si esto en condiciones normales es una
pesadilla, entiendo que en los pacientes de EII o familiares, deba ser muy complejo. Disfrutamos de tanta literatura sobre el tema, exhaustiva información cruzada por internet y numerosos libros
explicativos, pero a decir verdad, existe muy poco de investigación científica y rigurosa sobre qué alimentos convienen o contravienen a estas enfermedades, y por ello "cada maestrillo tiene su
librillo", y yo lógicamente tengo el mío.
Soy de los que nunca pensé en los alimentos como causas de la enfermedad de Crohn, sino mas bien como un vehículo para algún aditivo, conservante, antibiótico o incluso microbio que pudiésemos
ingerir con ellos y por eso, soy en general partidario de una alimentación saludable, a ser posible Km 0, que pase poco tiempo por el frigorífico. Respecto a la colitis ulcerosa no creo que la
alimentación tenga efecto etiológico, y en este caso apuesto por una respuesta inmunológica exagerada a un virus, y eso si, una población bien nutrida y vacunada, estaría mas predispuesta a
padecerla.
Es sabido que los pacientes con Crohn y colitis ulcerosa disponen hoy día de buenos fármacos para controlar la inflamación, y por tanto cuando reciben tratamiento medico, el ajuste de la dieta es
escaso y muy concreto.
Los pacientes con enfermedad de Crohn proporcionalmente a su extensión y gravedad deberían tener la dieta " de un deportista de élite", es decir, muy bien diseñada, calibrada y ajustada a su peso y
situación clínica. Esta dieta debe ser repartida mas veces al día y ser especialmente variada para poder ser asimilada. El intestino de un paciente con Crohn es como el corte ingles de Algeciras, es
decir, tiene todas las secciones pero poco personal por departamento. Así si entrase un autobús de turistas podría ocurrir que si todos van a comprar zapatos, la zapatería se bloquease, pero si cada
turista compra algo diferente, el autobús entero es atendido de inmediato. Y no está la economía para que se vaya alguien sin comprar o sin pagar, ni para tirar alimentos al colon en pacientes
desnutridos o enfermos.
Por el contrario, el paciente con colitis ulcerosa en fase activa debe hacer la dieta de un astronauta, baja en fibra, o lo que es lo mismo, comer aquello que le de energias y proteinas con máxima
absorción y el mínimo residuo. Estos pacientes tienen el intestino delgado normal y lo que han de hacer es no dar trabajo en exceso al colon y así tendrán que visitar menos veces el cuarto de baño
del corte inglés cuando salgan a pasear.
Estos mismos pacientes con colitis ulcerosa cuando pasa el brote tienen vacaciones alimenticias. Pueden comer de todo, pero deben aprovechar estos periodos para recuperarse en previsión de lo que
pueda ocurrir en el futuro.
Y decía que la dieta diaria es un tema que ha inundado progresivamente nuestro que hacer diario en consulta, Las dudas lógicas en un enfermo de Crohn o colitis ulcerosa se mezclan con la inquietud
general derivada del exceso de información y de la desinformación que con motivos comerciales nos llega por los medios de comunicación. La tele nos habla de productos sin lactosa, bajos en colesterol
y ricos en omega tres y calcio, la radio apuesta por las alcachofas, los energizantes y la lucha contra el estreñimiento en busca del vientre plano,,,,,,, Como consecuencia están cambiando los
hábitos alimenticios de una sociedad, que lamento decir, tiene unos escasos conocimientos científicos sobre esta materia, y que además es muy abierta a modas e influencias externas en detrimento de
unas costumbres alimenticias que en España eran muy claras y ricas.
La Organización Mundial de Gastrienterología nos dice que el impacto de la dieta en la EII es pobremente conocido. Según esta OMG los cambios en la dieta deben estar encaminados a ayudar a reducir
los síntomas. Es conocido que durante los periodos de actividad de la colitis ulcerosa recomendamos dieta baja en fibra, y por el contrario alta cantidad en las proctitis ulcerosas puras, en las que
el estreñimiento es un problema. En los pacientes intolerantes a la lactosa recomendamos evitarla, y hay algunos datos que sugieren que una reducción de azucares refinados disminuirían también las
molestias (diarrea y meteorismo sobre todo). La dieta liquida o absoluta es evidente que debe aplicarse en casos de obstrucción intestinal.
Además de procurar una reducción de síntomas, los médicos pretendemos también modificando la dieta, reducir la inflamación. La dieta enteral completa parece conseguirlo en niños. Otra via es
adicionar probióticos, y de ellos, han demostrado eficacia los que contienen Escherichia coli Nissle 1917, y la combinación denominada VSL#3. Mi opinión es que estos a largo plazo, si el paciente es
disciplinado, pueden obtener resultados en pouchitis y colitis ulcerosa.
Son necesarios suplementos alimenticios en pacientes con malnutrición. En general es adecuado suministrar un complemento mineral y vitamínico en pacientes con enfermedad activa, de vitamina B12 en
intestino corto asociado, Vit D y calcio si toman corticoides, e hierro oral o iv en ferropenias.
Abogo porque el gastroenteroóogo debe optar a que sus pacientes puedan comer aquello que solían y les gusta al igual que el traumatólogo repara un brazo roto para que el traumatizado pueda volver a
hacer lo que antes. Es cierto que no siempre se consigue que el deportista profesional vuelva al nivel de antes de su lesión, pero casi siempre se consigue un rendimiento adecuado. Nosotros hemos de
conseguir que nuestros pacientes realicen una adecuada digestión que les permita comer con variedad.
Entrando en detalle, podemos recomendar diferentes planteamientos dietéticos:
Alimentación para control de síntomas digestivos. Dietas probadas:
1) Dieta astringente. Los alimentos que se pueden consumir son los siguientes:
- Pan blanco y pasta (macarrones, espaguetis, fideos).
- Arroz blanco, un puñadito una vez al día.
- Patata cocida, en trozos o en puré.
- Zanahoria cocida y sin piel, en trozos o en puré.
- Galletas tipo María (con moderación).
- Pollo, ternera y pescado blanco (merluza, rosada, gallo) a la plancha, cocido o al vapor.
- Jamón york o fiambre de pavo.
- Huevo duro.
- Sopas, caldos y purés con los ingredientes anteriores.
- Puré de manzana o pera; manzana o pera asada, siempre sin piel.
- NO TOMAR LECHE. Quesos y yogures desnatados según tolerancia.
2) Dieta pobre en grasas. A veces hemos de hacer restricción de grasa. Esto puede ocurrir en pacientes con Crohn con sobrecrecimiento bacteriano por estenosis o enfermedad pancreatica asociada.
3) Disminución de fibra dietética en pacientes con estenosis. Los alimentos que puede consumir son los siguientes:
- Pan blanco y pasta.
- Galletas tipo María (con moderación).
- Pollo, ternera y pescado blanco (merluza, rosada, gallo) a la plancha, cocido o al vapor.
- Jamón york o fiambre de pavo.
- Huevo duro.
- Puré de manzana o pera; manzana o pera asada.
4) Dieta sin lactosa. Lo ideal sería comprobar mediante un test de hidrógeno espirado si existe intolerancia o malabsorción real a la lactosa.
En caso de ser negativo este test, eliminarla completamente de la dieta si el paciente asocia claramente un empeoramiento de los síntomas con la ingesta de alimentos ricos en lactosa.
5) Restricción de oxalatos en la dieta. Sólo cuando haya afectación grave del tubo digestivo o falta de íleon terminal. Esto se comprueba con análisis de orina y puede ser adecuado añadir suplementos
de calcio. Debe evitar los siguientes alimentos:
- Espinacas, acelgas
- Remolacha
- Café
- Cacao, chocolates
- Frutos secos
- Trigo en cualquier forma (cereales, pan, harinas)
Otras dietas no se han podido validar hasta el momento por estudio científico. Pueden probarse de forma empírica y valorar la posible mejoría del paciente:
A) Dieta baja en azúcares simples. Debe evitar el azúcar común en la medida de lo posible y alimentos dulces en general (pastelería, bollería, zumos comerciales, refrescos, postres)
B) Dieta de eliminación de hidratos de carbono. Dieta sin lactosa, sin sacarosa y sin granos. Los alimentos permitidos:
- Carnes, pescados y huevos frescos, sin procesar.
- Vegetales y frutas frescas, sin procesar ni envasar.
- Miel.
- Frutos secos.
- Yogur natural.
- Quesos muy curados.
C) Dieta de eliminación general. Consiste en eliminar de la dieta aquellos alimentos que el paciente cree que tienen más relación con sus síntomas y comprobar si existe una mejoría. Con posterioridad
se van incorporando progresivamente.
D) Dieta con suplementos de ácidos grasos omega-3. Yo lo recomendaría claramente en enemas en colitis por diversión y suplementos orales en colitis ulcerosa o Crohn de colon.
E) Dieta rica en antioxidantes. Esto no es mas que añadir vitaminas a la dieta. Si el paciente está activo recomiendo el caldo de las verduras y zumos de frutas.
Espero que sea de vuestra utilidad. Un saludo.
Dr Carlos de Sola Earle.
Dpl. Marta Villar Castilla
Dpl. katia Vandekherkov
Lcda. Luciana Altieri
IEDMARBELLA
www.lahoradeladigestion.com